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Acierta al comprar tu moto eléctrica con estos puntos básicos

Moto eléctrica. Acierta al comprar tu moto eléctrica con estos puntos básicos. Comprar una moto eléctrica es una de las elecciones que más se están poniendo de moda como alternativa a las convencionales, bien sean de este mismo segmento de dos ruedas como al resto de vehículos electrificados. De todas formas, su funcionamiento no es igual, por lo que su práctica al conducirla tampoco lo será. Es por esto que tienes que tener en cuenta una serie de consideraciones antes de hacerte con una. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram  ingresa al siguiente enlace.

Al igual que existen los coches eléctricos, en el mercado hay otros tipos de vehículos que se basan en esta tecnología. Es el caso de las motos eléctricas, que utilizan un motor eléctrico como propulsión, de modo que evitan la contaminación del medioambiente. Esta es una modalidad que se está viendo hoy con gran atención también por parte de los que frecuentan los VPN, como los patinetes eléctricos, al tiempo que se desmarcan de las bicicletas eléctricas.

 

La moto eléctrica, en constante crecimiento

Sí, es cierto que hace varias décadas, alrededor de los años 1900, el coche y la moto eléctrica ya surgían como vehículos alternativos a los automóviles de combustión, por lo que entonces ya se veían de buena forma para pensar en comprar. No obstante, en los últimos años la llegada de las baterías de ion litio ha mejorado enormemente sus prestaciones, tanto en relación a su velocidad como en cuanto a su autonomía.

Esto ha hecho que en la actualidad se mantengan en un constante crecimiento y forma para circular por las calles de las ciudades. Está claro que han llegado para quedarse y poco a poco están recibiendo no sólo la atención del público, sino también de las administraciones que están haciendo esfuerzos para crear un entorno adecuado para su utilización.

Si al bajo coste energético sumamos las ventajas tradicionales de la moto y el scooter, estamos ante unos vehículos cuyo potencial de crecimiento es ilimitado, máxime cuando su carácter ecológico les va a conceder cada vez más privilegios de tránsito frente a los vehículos de combustión en nuestras congestionadas y contaminadas ciudades. Pero, ¿sabes cómo funciona?

Qué es y cómo funciona una moto eléctrica

A la hora de elegir o comprar una moto eléctrica tienes que saber que esta usa como fuente de energía baterías en vez de gasolina. Estas baterías transmiten energía a un motor eléctrico, generando su propulsión y movimiento. Al no haber gasolina no hay combustión, y por consiguiente no hay generación de ruido ni emisión de gases contaminantes.

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En relación a ella, este vehículo debe cargarse antes de ser puesta en marcha. Solo se necesita de un cable de conexión y un enchufe. Tanto la puedes cargar en tu garaje como en un punto de recarga que haya en la ciudad. O puedes quitar la batería extraíble (muchas de ellas son ligeras y fáciles de transportar) y cargarla en casa.

Para sus baterías que logran su funcionamiento, estas hacen que su durabilidad sea muy alta. Las más modernas usan baterías de litio, permitiendo que se puedan recargar varias veces. Estas tienen entre 1000 y 2000 ciclos completos de recarga, por lo que no habrá miedo a que se deteriore su potencia. A partir de ahí entra en escena su autonomía, de los aspectos más a prestar atención sobre una u otra.

Condiciones específicas

Hablamos de un vehículo que satisface por lo general, porque cuando buscamos un transporte eléctrico queremos que nos sirva de método de desplazamiento al tiempo que también nos haga crecer nuestro nivel de satisfacción. Y esto es algo que conseguimos con una moto eléctrica, dado que la misma otorga una versatilidad fuera de lugar.

En este sentido, es preciso que al comprar tu moto eléctrica conozcas que cada una tiene su propia autonomía. Esta depende del peso transportado, la orografía del terreno y la forma de conducir. Con una batería de litio podrás conducir de 70 km a 120 km. Si la batería es de plomo, tu moto te recorrerá de 45 a 70 km y durará hasta 500 cargas.

Aún así la penetración en el mercado es tímida debido, sobre todo, al alto coste de compra que las pequeñas ayudas del Gobierno apenas pueden mitigar. Pero este elevado precio esconde un tesoro que es su principal razón: un gasto extremadamente bajo en energía.

Y eso es un contexto donde los carburantes son cada vez más costosos es un gran acicate a la hora de tomar la decisión y hacerse con un vehículo de dos ruedas eléctrico. Normalmente suelen destacar al primer vistazo por detalles como carecer de tubo de escape y muchas de ellas además tienen una pantalla, pero sobre todo por el poco ruido que hacen al circular.

Ventajas y puntos a tener en cuenta

En términos generales, las motos eléctricas pueden suponer una solución a los problemas energéticos medioambientales. Si una moto ya es más ecológica que un coche, especialmente en las grandes ciudades, la moto eléctrica lo es todavía más. Es ahí donde entran una lista de ventajas que nos aportarán todo lo que luego nos será más útil a la hora de nuestra elección.

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Porque comprar y hacerse con una moto eléctrica tiene diversas virtudes. Además de ser una forma sostenible, ecológica y silenciosa de hacer nuestra vida diaria más fácil, a todas ellas se unen las tradicionales ventajas de moverse en moto en una gran ciudad. Tanto esquivar el tráfico como aparcar siempre en la puerta allá donde vayas.

Una opción real para las restricciones de acceso al centro de la ciudad ante protocolos de anticontaminación, además de aparcamiento gratuito y de múltiples de opciones de motosharing. Pero en ellas entran otros aspectos como son los incentivos a su compra. Y es que, gracias al Plan Moves, por parte del Gobierno, contamos con un programa de subvenciones a la adquisición, y del cual alcanza los 750 euros, siempre y cuando sus precios no superen los 10.000 euros y su autonomía exceda los 70 km. Pero hay muchas más.

  • Ahorro en combustible y mantenimiento: A diferencia de una moto de combustión en la que se necesitaría alrededor de 5 euros para hacer 100 kms, con una eléctrica esta misma distancia la cubriremos con apenas 30 céntimos de electricidad. Es 17 veces más barato desplazarte con una moto eléctrica.
  • Limpio y silencioso: Al igual que el resto de vehículos eléctricos, esta tampoco emite ningún tipo de gas contaminante ni ruido. Esto hace que entre dentro de otro beneficio de cara al conductor, como es que no están sujetos a restricciones en las grandes ciudades.
  • Menos impuestos: En el caso de que decidas comprar una moto eléctrica, sabrás que la mayoría de Administraciones Públicas bonifican con hasta el 100% el pago del impuesto de matriculación y circulación.
  • Facilidad de conducción: Como no tienen caja de cambios, sólo habrá que preocuparse de acelerar y frenar, por lo que nos olvidaremos de tener que coordinar pies y manos al controlar las marchas.
  • Sin restricciones: Siendo vehículos limpios, las motos eléctricas quedan exentas de la regulación del acceso a las ciudades, por lo que pueden ser utilizada los días que se apliquen estas medidas.

Ahora bien. Una vez conocidas cómo son y qué ventajas nos aportan, ¿sabes qué factores personales debes tener en cuenta si te decantas por ellas?

Qué uso se le va a dar

Es, probablemente, el aspecto que hay que replantearse que ningún otro. Este no es otro que el uso que le daremos, por lo que tendrás que conocer si lo haremos a modo urbano, interurbano, para reparto, caminos de tierra…

Es una clave a considerar puesto que no será lo mismo (ni tampoco rentable) si acostumbramos a realizar numerosos kilómetros a lo largo del día, frente a otros donde apenas salimos del barrio, por ejemplo. Todo esto además de tener en cuenta el coste total del ciclo de vida de la misma. El precio de la adquisición de una moto eléctrica se compensará en el coste de recarga y de mantenimiento.

Qué hará falta para llevarla

Para conducir la moto entra a formar parte la potencia de la misma. Tanto si son de 125 cc o 45 cc, con capacidad de carga de 150 Kg y con una potencia máxima de 11 kW (equivalente a casi 15 CV), para llevarla solo se ha de contar con licencia de ciclomotor o un carnet de conducir válido A1. También se permite usar uno de categoría B si tenemos tres años de antigüedad como mínimo.

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Asimismo, conviene que antes de dar el salto al mundo de la moto consideres una serie de consejos básicos. Por ejemplo, el no escatimar en el equipamiento de motorista, ya que tanto el casco (obligatorio por ley) como la chaqueta, el pantalón, los guantes y las botas conformarán tu seguridad pasiva en caso de caída.

Potencia y velocidad máxima

Estos dos puntos van en coalición con los requisitos para conducirla. Aquí entra en juego el tiempo de moto eléctrica a la que nos vayamos a dirigir, puesto que no es lo mismo si optamos por una motocicleta que por un ciclomotor. En el caso del segundo segmento, están limitados a 4kW de potencia. Cualquier vehículo que supere los 4kW de potencia de su motor eléctrico es ya considerado una motocicleta y requiere permisos diferentes a los del ciclomotor para conducirlo.

Luego está, por otra parte, la velocidad máxima a la que pueden llegar. Aquí hay que tener en cuenta que las vías por las que vamos a circular, de la misma forma que el uso que se haga de ellas. Su horquilla es bastante amplia, por lo que hay que considerar cómo son estas motos. En cuanto a la velocidad mínima, las menos potentes pueden compararse con un ciclomotor convencional, que circulan entre 20km/h y 45km/h.

Puntos de carga

La mayoría de baterías pueden enchufarse a la corriente normal de 220V, es decir, en cualquier enchufe de nuestra casa. En el caso de baterías no extraíbles pueden conectarse a un enchufe colocado en el garaje, lo cual también sirve en comunidades de vecinos mediante la instalación de un contador individual.

Su acceso también se puede dar desde los puestos de recarga que se habitúan en la calle, lo que servirá para que, en caso de que nuestra batería se encuentre sin carga, podemos hacerlo de forma fácil y sencilla y, como hemos visto, a un precio bastante menor de lo que ocurre con las convencionales de combustión.

Durabilidad y tiempos de las baterías

El tipo de batería probablemente te haga decantarte por un modelo u otro, por lo que será importante que consideres en gran detalle este aspecto al comprar moto eléctrica. Como explicamos, las baterías actuales son de ion-litio, un material que permite múltiples recargas, no tienes efecto memoria y otras virtudes… pero también es cierto que no son infinitas.

Algunos fabricantes garantizarán 20.000 kms, otros 50.000 kms y algunos 100.000 kms. Que garanticen esas duraciones no significa que el primer kilómetro tras ese límite tu batería se vaya a morir. Entonces, la batería irá perdiendo capacidad y cada vez aguantará menos, pero probablemente tenga muchos años de vida y kilómetros más.

En cuanto a los tiempos, la mayoría de marcas instalan baterías que necesitan de 4 a 8 horas para cargarse totalmente y muchas ofrecen baterías que en una hora se cargan al 50%. Si se adquiere un cargador más potente, estos tiempos se reducen.